Desde Cartagena de Indias donde
nació en 1919 lo trajo su padre y en la Angostura del Orinoco se ha quedado
hasta nuestros
días. Aquí estudió y se hizo preuniversitario hasta que alcanzó el título de
Pediatra en la Universidad Central de Venezuela.
Ejerció la
medicina privada, la medicina pública, y la docencia en la Escuela de
Medicina de la Universidad de Oriente, en la que fundó la cátedra de Pediatría en
1964 y de donde salieron dos libros que cubren su ausencia de jubilado en las
aulas: Semiología Pediatrica, Premio Nacional de Pediatría "Pastor Oropeza" y
textos obligatorios de la Unidad de Ciencias de la Salud.
Indudablemente
que como pediatra, el doctor Inaty ha salvado muchas vidas, y en
calidad de docente, contribuido a formar médicos a lo largo de dos decenios.
Pionero junto con Carmen Luisa Arocha de Piñango, de la Fototerapia en Venezuela y también iniciador
de la presencia permanente de la madre al lado de su hijo enfermo en el
Hospital Universitario
Ruiz y Páez, partiendo del principio social de que el niño cuando está enfermo
es cuando más necesita a la madre. Hasta entonces el niño hospitalizado sólo
recibía el calor de su madre
tres veces por semana.
Sin necesidad de militar en
partido, ha desempeñado cargos político-administrativos como el de miembro
Directorio de la Corporación Venezolana de Guayar, Presidente, en ejercicio de la
representación popular, Concejo
Municipal de Heres.
Fue durante varios años
Presidente de la Asociación de Escritores de Venezuela, Seccional Ciudad
Bolívar, miembro
-lo sigue siendo- del Consejo Superior de la
Fundación
del Museo de Arte Moderno "Jesús Soto". Cargos que denotan su constante
preocupación por la cultura bolivarense, particularmente por las letras, a la
que le ha dedicado
su libro "Las Cenizas del Día" con raíces en el surrealismo de André Breton que
en Ciudad Bolívar tuvo novedosos seguidores, como el propio lnaty, Alarico
Gómez, Jean
Aristeguieta, Arquímedes Brito y José Ramón del Valle Laveaux, integrantes del grupo literario
"Aureoguayanc opuesto a la poesía tradicionalista y contra el cual
se enfiló entonces
unos cuantos arcabuces, entre ellos, el de misterioso columnista del vespertino
"El Luchador llamado
Juan Manuel Kepler Ruiz.
Después de "Cenizas del
Día", Inaty ha publicado "Tiempo Recio" y "Rumor de la
Memoria", todos poemas Ahora incursiona en la narrativa vivencial con este
li "Remembranzas"
que recorre veinte años de infancia y adolescencia entre las crecidas
y estiajes de una ciudad siempre ha vivido frente al río.
Elías Ynaty Premio Nacional de Pediatría
*Concurrió con su obra "Manual de Semiología Pediátrica", en
la que plantea un cambio de actitud en la formación del médico
-Queremos un médico
distinto, un médico integral, que aprecie al paciente como un todo y no como un
ente aislado de su familia y de su comunidad"
Ciudad Bolívar, 3.12.68 (Especial, Américo Fernández)
Anoche cuando en el gremio de médicos se escrutaban los votos para
elegir nueva directiva, el doctor Oscar Contreras anunció la buena nueva:
"El jurado que calificó los trabajos presentados para la opción al Premio
Nacional de Pediatría "Pastor Oropeza" - favoreció al Dr. Elías
Ynaty, por su obra "Manual de Semiología Pediátrica".
Los presentes prorrumpieron en aplausos y se levantaron para abrazar al
galardonado que todavía no salía de su sorpresa; pues estaba compitiendo en el
concurso con trabajos no individuales sino de equipos.
Este premio, instituido por el SAS el 22 de junio de 1964 y que se ha convertido en uno de los galardones
sobresalientes de esta especialidad por el crédito de quienes lo han ganado,
consiste en medalla de oro, diploma de honor y 2.000 bolívares.
El Premio lo ganó el año pasado, el doctor Hernán Méndez Castellano,
director del Centro Clínico de Nutrición, con un trabajo en el cual
intervinieron cuatro médicos y el mismo trata
eI hambre en el niño venezolano.
Este año ha sido el "Manuel de Semiología Pediátrica" que
acaba de ser editado en los talleres de l Universidad de Oriente, la obra
laureada y con la cual su autor trata la búsqueda de la adopción de un cambio
de actitud en la formación del médico, tanto a nivel de pregrado como
de postgrado, a fin de familiarizarlo en el enfoque integral ante
cualquier entidad nosológica.
El doctor Elías Ynaty nos dijo en su lenguaje sencillo que el premio lo
considera como un triunfo de la Universidad que le dio oportunidad de
incorporarse a la docencia, lo cual lo obligó a estudiar y a perfeccionarse
cada vez más.
Consideró —dijo— que este triunfo pertenece por igual a los pediatras
Pastor Oropeza y Espiritu Santo Mendoza que contribuyeron esencialmente en mi
formación.
El doctor Elías Ynaty, con medio siglo de vida a cuesta, casado con
Lola Bello, es padre de cuatro varones y una hembra.
Se graduó de médico cirujano en 1953 y pertenece a la promoción Doctor
Francisco de Venanzi. Se especializó en pediatría el 58. Cinco años después
cumplió un curso de entrenamiento docente en el campo de la Pediatría para
incorporarse como
Profesor Asociado y Jefe del Departamento de Pediatría de la Escuela de
Medicina de la Universidad de Oriente. Ha publicado diez trabajos
científicos basados en su experiencia adquirida durante diez años en el
Hospital Universitario "Ruiz y Paéz" y ha sabido alternar con
acierto sus inquietudes científicas con el arte. Es Vicepresidente de la Casa
de la Cultura, miembro de la Asociación de Escritores y el año pasado publicó
uno de sus libros de poesía: "Las Cenizas del Día". El porque de este Manual ahora laureado de
Semiología pediátrica? El doctor Ynaty lo explica en dos partes: —Primero, el
Departamento de Pediatría de la Escuela necesitaba un libro como éste, ya que el
pensum de estudios de nuestra universidad prevé en la enseñanza un semestre
de semiología pediátrica y la bibliografía en este campo era muy escasa y,
además, ninguno de los textos conocidos se adaptaba a la filosofía y doctrina
de la UDO. Segundo, tenía que hacer un trabajo de investigación que fuera de
significación y en suma que sirviese de aporte a la bibliografía nacional y
contribuyese en mi ascenso de Profesor agregado a Profesor Asociado.
El libro de 184 páginas, prologado por el doctor Espíritu Santo
Mendoza es sin duda una contribución a la formación integral del médico.
Nuestra Universidad que es experimental, se caracteriza por su empeño
en formar un médico distinto, un médico integral que
aprecie al paciente como un todo y no como un ente aislado de la familia
y de su comunidad. De allí —explica el Dr. Ynaty— que se hace impostergable que
el médico comience a palpar la realidad social, económica, cultural y
emocional que rodea al niño venezolano, porque es la única forma de asumir una
actitud cónsona con la realidad nacional. En este sentido, modifica
sustancialmente en su libro, la historia pediátrica con el fin de
llegar no sólo al diagnóstico clínico, sino también al de la estructura estructura
de la familia con su cortejo social económico y cultural. Contrario al
criterio general, el doctor Elías Ynaty es de los que consideran la Pediatría
no como una especialidad sino como la medicina general aplicada al hombre en su
etapa más delicada que es la del crecimiento y desarrollo tanto físico y
mental como psíquico y emocional.
—Es la única rama de la medicina que está más ligada a los problemas
sociales. Si hay alguna especialidad donde el médico palpa mejor los problemas
sociales de la comunidad es esta la de la Pediatría —enfatizó.
Luego redondea su concepto al expresar que un niño criado en buen
ambiente, con buena nutrición y una educación apropiada puede llegar a ser un
ciudadano cabal y apto, para el desarrollo del país.
—¿Cree usted que la solución está en la socialización de la medicina?
—Soy partidario de la socialización de la medicina, pero creo que una
socialización parcial no es suficiente para solucionar el problema de la salud.
—¿Pero la remedia?
—La remedia porque se inclina a conocer la biografía
social y. económica de nuestra comunidad.
El doctor Ynaty aclara que no basta con conocer la biografía social y
económica de la comunidad sino que hay que sensibilizar a los médicos en un
cambio de actitud, que no sólo. tome en cuenta el soma, es decir,
la enfermedad, sino los problemas que están incidiendo en el deterioro de la
salud. Conociendo tales problemas, se pueden plantear con carácter a los
organismos competentes.
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