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Fundador y primer director de la Escuela de Geología y Minas del Núcleo Bolívar
de la Universidad de Oriente. La
concibió y planificó sin rígido academicismo y distinta a la tradicional.
La Escuela de Geología y Minas fue creada
el 12 de febrero de 1960 con la finalidad de formar profesionales
universitarios y promover la investigación, pero podríamos decir que nació
meses antes, cuando el doctor José Nancy Perfetti utilizó sus oficinas en el
Edificio Tomassi, Paseo Orinoco, para diseñar el pensum por encargo del doctor
Luis Manuel Peñalver, designado por decreto Rector – presidente a objeto de
llevar adelante un tipo novedoso de universidad experimental que abarcaría todo
el Oriente del país.
El doctor Perfetti, uno de los primeros egresados de la
Universidad Central de Venezuela y con post grado en universidades
norteamericanas, había participado en la fundación de la Escuela de Geología y
Minas de la Universidad del Zulia y se hallaba en Carúpano trabajando conforme
a convenio con el INOS, en la solución del problema del acueducto de ese
importante puerto sucrense.
- Olvídate de
Carúpano – Le dijo un día su colega el doctor José Luis Candiales – y dale
vuelta a la idea a programar una Escuela de Ingeniería geológica para Ciudad
Bolívar.
Perfetti
no se olvidó de Carúpano, pero comenzó a pensar seriamente en la posibilidad de
esa Escuela que encajaría perfectamente en la provincia geológica más antigua
del Continente, favorecida además con un extraordinario potencial minero. De manera que a través del mismo Candiales se
puso en contacto con el rector de la UCV, doctor Oswaldo De Sola, quien lo
remitió al doctor Luis Manuel Peñalver. A partir de allí ya no hubo más que hacer sino
trabajar en ese proyecto.
La escuela
comenzó como un Instituto de Investigaciones Geológicas y Mineras en el diseño
participaron el ingeniero Dimitri Andreiev y el geólogo José Baptista
Gómes. Un año después, en 1961, bajo el
gobierno de Leopoldo Sucre Figarella, se le encargó al Instituto el estudio
geológico del eje del Puente sobre el Orinoco, al cual se integró el geólogo
Galo Yanez Pintado. Con los 300 mil
bolívares que pagó el Gobierno Regional por ese estudio, arrancó prácticamente la
Escuela en el campo de La Sabanita, en unas instalaciones que la Orinoco Mining
Company cedió por el simbólico precio de un bolívar.
Allí en las
instalaciones de ese campo que era todo un parque bien cuidado y bajo la
dirección del Dr. J. N. Perfetti, empezó la docencia esta Escuela de Geología y
Minas prestando al mismo tiempo asistencia a la Escuela Técnica Industrial que
funcionaba en la cual sede municipal.
En sus
comienzos la Escuela tuvo opositores, pero posteriormente se comprendió su
necesidad y la Universidad Central terminó adoptando un pensum semejante.
En 1963 se
desarrolló el programa para formar geólogos fusionándose la Escuela de Geología
y Minas en una sola con tres Departamentos:
Geología, Minas y Geotecnia, esquema que se mantuvo hasta 1975 cuando se
introdujo una nueva orientación hacia menciones profesionales con la finalidad
de adecuarla a los requerimientos de la región:
Petróleo, Geología y Minas, Geotecnia, Sistemas Mineros, Recursos
Hidráulicos, Suelos y Fundaciones, Recursos Petroleros, Economía y
Administración de Minas.
Durante los
primeros años se dictaron cursos a nivel técnico y de peritos y muy
posteriormente el profesor José Baptista Gómes fundó el Taller de Talla de
Diamantes y el Museo Geológico y Minero.
El pregrado se inició con 40 estudiantes y en la actualidad cursan en
ella 350 bachilleres. En lo que lleva de
existencia, han egresado de sus aulas unos 600 profesionales diseminados por
todo el país y que ejercen cargos importantes en las empresas petroleras,
empresas del Estado y en las del sector privado.
Aula, Campo y Laboratorio
Debido a problemas internos derivados de la turbulencia política
de los años sesenta, el doctor J. N. Perfetti abandonó la Dirección de la
Escuela y se dedicó por entero a la docencia, a la investigación de campo y al
laboratorio. No hubo puente ni
oportunidad de asueto que no aprovechase para salir con sus alumnos a estudiar
cualquier lugar importante de la geografía venezolana, bien en el Escudo
guayanés como en los Llanos, los
Andes, o en la región de la Costa.
En 1982 estuvo en Coche y Cubagua con un grupo de alumnos
tratando de terminar estudios iniciados en 1974 sobre la formación de esas
islas, para demostrar alteraciones en la Cartografía junto con su antiguo
alumno José Herrero Noguerol, estuvo dirigida a demostrar la tesis según la
cual el Orinoco primitivo desembocaba por donde lo hace hoy el Unare.
Y lo cumbre es que a donde llegaba se hacía querer y dejaba
alguna huella. Lo recuerda intensamente
Froilán Lunar, el pescador más famoso de la Isla de Coche como asimismo los
indios de la comunidad Pemón que moran por los alrededores de la Quebrada de
Pacheco en la Gran Sabana.
Nos cuenta divertidamente Noraima Caraballo, una de sus alumnas, que allá por la Quebrada de
Pacheco acampaba el doctor Perfetti con sus alumnos practicando prospecciones
cuando miembros de una comunidad indígena se acercaron a su campamento en busca
de asistencia para atacar un brote de sarampión que se desataba en la población
infantil.
Perfetti, a quien nunca le faltaba cuando iba por esos sitios un
anillo de seda en el dedo para preservase de rayos y tempestades como un buen
surtido de medicamentos para cualquier emergencia, le sirvió de médico,
enfermero o chamán a aquella comunidad y la salvó.
Los indios
agradecidos le pusieron a una senda de la Quebrada de Pacheco “Camino Perfetti”
y a todos los niños liberados del sarampión, el nombre de Perfetti. De suerte que el Profesor solía exhibirse muy
contento y orgulloso del suceso, pero a veces se veía en serio compromiso
cuando alguien creía de veras que los indios Perfetti eran realmente sus hijos.
Remembranzas de Herrero
Noguerol
José
Herrero Noguerol, quien fue uno de sus
primeros alumnos y más tarde profesor y decano, dice que Perfetti diseñó una
Escuela distinta a la tradicional, una Escuela sin rígido academicismo, capaz
de enseñar, trasmitir, identificar el medio impactante de Guayana como nueva
realidad. Sus únicos medios fueron
siempre el aula, el laboratorio, las giras y las prácticas.
El profesor
Noguerol hace memoria y nos cuenta que en los años de la década del sesenta
cuando comenzó a consolidarse la Escuela, no había comodidades, tampoco
transporte, comedores, ni viáticos. Los
libros escaseaban, había pocos profesores, y ningún equipo ni laboratorios,
pero si mucha mística, buenas ganas de trabajar, de estudiar, y para un
estudiante de la época no se hacía incomodo ir de un lugar a otro de la
geografía por distante que fuese para explorar las minas de Naricual, de El
Callao o la zona petrolera del Zulia.
Con motivo del
XXX Aniversario, la Escuela organizó un reencuentro de egresados que sirvió
para recordar la labor pionera a nivel estudiantil, de unos 40 bachilleres, de
los que salieron en 1965: 6
profesionales de una nueva carrera, desconocida entonces, el Ingeniero Geólogo,
y 18 ingenieros de Minas, la más numerosa promoción jamás habida en las
Universidades del país.
-
Recordar y relatar tantas cosas lleva siempre al
tapete y centro de los acontecimientos al Doctor Perfetti, un personaje único,
polifacético, increíble, que se ganó motes y decires, universitario con fama de
extravagante, con cualidades y virtudes de gran maestro, sin mezquindad a la
hora de trasmitir conocimientos y al lado de él aportando también sus
enseñanzas, trabajo y esfuerzos, quienes ya no están porque se fueron a
hermanar con la tierra, entre ellos, José Baptista Gómes, Alberto Amelinck,
Korol, Novinstsky, Hontoria, Erickson, Balda y José Luis Candiales.
DOS ANECDOTAS DE SU VIDA
PROFESIONAL
Aníbal La Riva, profesor de
economía minera, formado en la misma Escuela y con postgrado en un país de la
órbita solcialista, ex Presidente de
Ferrominera, cuenta dos anécdotas de los primeros años de la Escuela de
Geología y Minas, rigurosamente ciertas:
La turbulencia de la década del 60, alcanzó
inevitablemente a la Dirección del Núcleo de la UDO, y afectó al doctor
Perfetti, quien fue sustituido por el
ingeniero Luis M. Báez Ramírez, nativo de El Callao y amigo de su
antecesor. Tratando tal vez de drenar su molestia, la vestimenta ingenieril de
Perfetti tornose cotidianamente en una tropicalísima bermudas y camisa de colores abigarrados. De manera
cordial el nuevo Director le surgió que debía ser ropa apropiada, a lo que
respondió Perfetti: “Mire Dr. Báez, si tuviéramos que usar ropa apropiada, yo
tendría que venir en frac y usted en guayuco”.
BRUJULA EQUIVOCADA
Cuenta el doctor L a Riva que el profesor
Perfetti, inspirado por su gorro de David Croket, organizó con disciplina militar la partida de varios grupos de
estudiantes a una práctica de orientación en el campo, auxiliados por brújulas
y fotos aéreas.
Los grupos llegarían al Orinoco, en el cual serían recogidos al
día siguiente por el capitán de una lancha. Picó adelante un aguerrido grupo
auto denominado “Os Cobras”
integrado por Serres, Liberio, Pastrana y otros. Al siguiente día iban llegando
los grupos, sin que apareciera Os Cobras. Algunos decían que el problema era
que en la cantimplora llevaba poco agua y mucho ron. Bueno, al final de la
tarde apareció todo cansado y exhausto y se conoció la verdad. Serres dirigía
al grupo, pero llevaba en su espalda un guayare de alto contenido metálico:
cocina portátil, lámpara, hacha, palín, casco militar y en la mano la brújula y
en la otra un amolado machete “Colins”. Cansado el grupo de tanto caminar le
preguntó a un campesino si el Orinoco estaba cerca. La respuesta fue
afirmativa, pero al Norte y no hacia donde se dirigía que era el Oeste.
UN GENIO IRRESISTIBLE
Para la recién egresada de la Escuela de Geología y Minas,
Noraima Caraballo, quien lo acompañó siendo estudiante en varias excursiones,
siempre con una indumentaria característica de su manera espontánea de ser, a
veces con sombrero de corcho o una gorra y cachimba, el doctor Perfetti era simplemente “un genio
irresistible”.
El doctor Galo Yanez lo
calificó como un líder que dedicaba todo su tiempo a la creación de esta
Escuela, que actuó de la única manera como se hacen bien las cosas, dándose por
entero la cristalización de los ideales. Alumnos y Profesores tuvieron la
suerte de inflamarse con su entusiasmo y seguir por caminos geológicos
acertados, gracias a su oportuna guía magistral. En todo cuanto decía y
escribía Perfetti, había siempre una profunda y robusta raíz científica.
J. N. Perfetti nació en Ciudad Bolívar el 13 de agosto de 1916 y
falleció en 1992, a la edad de 76 años.
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