sábado, 26 de marzo de 2022

JOSE NANCY PERFETTI



------------------------------- Fundador y primer director de la Escuela de Geología y Minas del Núcleo Bolívar de la Universidad de Oriente.  La concibió y planificó sin rígido academicismo y distinta a la tradicional.

     La Escuela de Geología y Minas fue creada el 12 de febrero de 1960 con la finalidad de formar profesionales universitarios y promover la investigación, pero podríamos decir que nació meses antes, cuando el doctor José Nancy Perfetti utilizó sus oficinas en el Edificio Tomassi, Paseo Orinoco, para diseñar el pensum por encargo del doctor Luis Manuel Peñalver, designado por decreto Rector – presidente a objeto de llevar adelante un tipo novedoso de universidad experimental que abarcaría todo el Oriente del país.
     El doctor Perfetti, uno de los primeros egresados de la Universidad Central de Venezuela y con post grado en universidades norteamericanas, había participado en la fundación de la Escuela de Geología y Minas de la Universidad del Zulia y se hallaba en Carúpano trabajando conforme a convenio con el INOS, en la solución del problema del acueducto de ese importante puerto sucrense.
-       Olvídate de Carúpano – Le dijo un día su colega el doctor José Luis Candiales – y dale vuelta a la idea a programar una Escuela de Ingeniería geológica para Ciudad Bolívar.
Perfetti no se olvidó de Carúpano, pero comenzó a pensar seriamente en la posibilidad de esa Escuela que encajaría perfectamente en la provincia geológica más antigua del Continente, favorecida además con un extraordinario potencial minero.  De manera que a través del mismo Candiales se puso en contacto con el rector de la UCV, doctor Oswaldo De Sola, quien lo remitió al doctor Luis Manuel Peñalver. A partir  de allí ya no hubo más que hacer sino trabajar en ese proyecto.  
La escuela comenzó como un Instituto de Investigaciones Geológicas y Mineras en el diseño participaron el ingeniero Dimitri Andreiev y el geólogo José Baptista Gómes.  Un año después, en 1961, bajo el gobierno de Leopoldo Sucre Figarella, se le encargó al Instituto el estudio geológico del eje del Puente sobre el Orinoco, al cual se integró el geólogo Galo Yanez Pintado.  Con los 300 mil bolívares que pagó el Gobierno Regional por ese estudio, arrancó prácticamente la Escuela en el campo de La Sabanita, en unas instalaciones que la Orinoco Mining Company cedió por el simbólico precio de un bolívar.
Allí en las instalaciones de ese campo que era todo un parque bien cuidado y bajo la dirección del Dr. J. N. Perfetti, empezó la docencia esta Escuela de Geología y Minas prestando al mismo tiempo asistencia a la Escuela Técnica Industrial que funcionaba en la cual sede municipal.
En sus comienzos la Escuela tuvo opositores, pero posteriormente se comprendió su necesidad y la Universidad Central terminó adoptando un pensum semejante.
En 1963 se desarrolló el programa para formar geólogos fusionándose la Escuela de Geología y Minas en una sola con tres Departamentos:  Geología, Minas y Geotecnia, esquema que se mantuvo hasta 1975 cuando se introdujo una nueva orientación hacia menciones profesionales con la finalidad de adecuarla a los requerimientos de la región:  Petróleo, Geología y Minas, Geotecnia, Sistemas Mineros, Recursos Hidráulicos, Suelos y Fundaciones, Recursos Petroleros, Economía y Administración de Minas.
Durante los primeros años se dictaron cursos a nivel técnico y de peritos y muy posteriormente el profesor José Baptista Gómes fundó el Taller de Talla de Diamantes y el Museo Geológico y Minero.  El pregrado se inició con 40 estudiantes y en la actualidad cursan en ella 350 bachilleres.  En lo que lleva de existencia, han egresado de sus aulas unos 600 profesionales diseminados por todo el país y que ejercen cargos importantes en las empresas petroleras, empresas del Estado y en las del sector privado.

Aula, Campo y Laboratorio


     Debido a problemas internos derivados de la turbulencia política de los años sesenta, el doctor J. N. Perfetti abandonó la Dirección de la Escuela y se dedicó por entero a la docencia, a la investigación de campo y al laboratorio.  No hubo puente ni oportunidad de asueto que no aprovechase para salir con sus alumnos a estudiar cualquier lugar importante de la geografía venezolana, bien en el Escudo guayanés como en  los Llanos, los Andes,  o en la región de la Costa.
     En 1982 estuvo en Coche y Cubagua con un grupo de alumnos tratando de terminar estudios iniciados en 1974 sobre la formación de esas islas, para demostrar alteraciones en la Cartografía junto con su antiguo alumno José Herrero Noguerol, estuvo dirigida a demostrar la tesis según la cual el Orinoco primitivo desembocaba por donde lo hace hoy el Unare.
     Y lo cumbre es que a donde llegaba se hacía querer y dejaba alguna huella.  Lo recuerda intensamente Froilán Lunar, el pescador más famoso de la Isla de Coche como asimismo los indios de la comunidad Pemón que moran por los alrededores de la Quebrada de Pacheco en la Gran Sabana.
     Nos cuenta divertidamente Noraima Caraballo, una de  sus alumnas, que allá por la Quebrada de Pacheco acampaba el doctor Perfetti con sus alumnos practicando prospecciones cuando miembros de una comunidad indígena se acercaron a su campamento en busca de asistencia para atacar un brote de sarampión que se desataba en la población infantil.
     Perfetti, a quien nunca le faltaba cuando iba por esos sitios un anillo de seda en el dedo para preservase de rayos y tempestades como un buen surtido de medicamentos para cualquier emergencia, le sirvió de médico, enfermero o chamán a aquella comunidad y la salvó.
Los indios agradecidos le pusieron a una senda de la Quebrada de Pacheco “Camino Perfetti” y a todos los niños liberados del sarampión, el nombre de Perfetti.  De suerte que el Profesor solía exhibirse muy contento y orgulloso del suceso, pero a veces se veía en serio compromiso cuando alguien creía de veras que los indios Perfetti eran realmente sus hijos.

Remembranzas de Herrero Noguerol


José Herrero Noguerol,  quien fue uno de sus primeros alumnos y más tarde profesor y decano, dice que Perfetti diseñó una Escuela distinta a la tradicional, una Escuela sin rígido academicismo, capaz de enseñar, trasmitir, identificar el medio impactante de Guayana como nueva realidad.  Sus únicos medios fueron siempre el aula, el laboratorio, las giras y las prácticas.
El profesor Noguerol hace memoria y nos cuenta que en los años de la década del sesenta cuando comenzó a consolidarse la Escuela, no había comodidades, tampoco transporte, comedores, ni viáticos.  Los libros escaseaban, había pocos profesores, y ningún equipo ni laboratorios, pero si mucha mística, buenas ganas de trabajar, de estudiar, y para un estudiante de la época no se hacía incomodo ir de un lugar a otro de la geografía por distante que fuese para explorar las minas de Naricual, de El Callao o la zona petrolera del Zulia.
Con motivo del XXX Aniversario, la Escuela organizó un reencuentro de egresados que sirvió para recordar la labor pionera a nivel estudiantil, de unos 40 bachilleres, de los que salieron en 1965:  6 profesionales de una nueva carrera, desconocida entonces, el Ingeniero Geólogo, y 18 ingenieros de Minas, la más numerosa promoción jamás habida en las Universidades del país.
-                  Recordar y relatar tantas cosas lleva siempre al tapete y centro de los acontecimientos al Doctor Perfetti, un personaje único, polifacético, increíble, que se ganó motes y decires, universitario con fama de extravagante, con cualidades y virtudes de gran maestro, sin mezquindad a la hora de trasmitir conocimientos y al lado de él aportando también sus enseñanzas, trabajo y esfuerzos, quienes ya no están porque se fueron a hermanar con la tierra, entre ellos, José Baptista Gómes, Alberto Amelinck, Korol, Novinstsky, Hontoria, Erickson, Balda y José Luis Candiales.

DOS ANECDOTAS  DE SU VIDA PROFESIONAL


     Aníbal La Riva, profesor de economía minera, formado en la misma Escuela y con postgrado en un país de la órbita  solcialista, ex Presidente de Ferrominera, cuenta dos anécdotas de los primeros años de la Escuela de Geología y Minas, rigurosamente ciertas:
     La turbulencia de la década del 60, alcanzó inevitablemente a la Dirección del Núcleo de la UDO, y afectó al doctor Perfetti, quien fue sustituido por el  ingeniero Luis M. Báez Ramírez, nativo de El Callao y amigo de su antecesor. Tratando tal vez de drenar su molestia, la vestimenta ingenieril de Perfetti tornose cotidianamente en una tropicalísima bermudas y   camisa de colores abigarrados. De manera cordial el nuevo Director le surgió que debía ser ropa apropiada, a lo que respondió Perfetti: “Mire Dr. Báez, si tuviéramos que usar ropa apropiada, yo tendría que venir en frac y usted en guayuco”.

BRUJULA EQUIVOCADA

     Cuenta el doctor L a Riva que el profesor Perfetti, inspirado por su gorro de David Croket, organizó con disciplina   militar la partida de varios grupos de estudiantes a una práctica de orientación en el campo, auxiliados por brújulas y fotos aéreas.
     Los grupos llegarían al Orinoco, en el cual serían recogidos al día siguiente por el capitán de una lancha. Picó adelante un aguerrido grupo auto denominado “Os Cobras” integrado por Serres, Liberio, Pastrana y otros. Al siguiente día iban llegando los grupos, sin que apareciera Os Cobras. Algunos decían que el problema era que en la cantimplora llevaba poco agua y mucho ron. Bueno, al final de la tarde apareció todo cansado y exhausto y se conoció la verdad. Serres dirigía al grupo, pero llevaba en su espalda un guayare de alto contenido metálico: cocina portátil, lámpara, hacha, palín, casco militar y en la mano la brújula y en la otra un amolado machete “Colins”. Cansado el grupo de tanto caminar le preguntó a un campesino si el Orinoco estaba cerca. La respuesta fue afirmativa, pero al Norte y no hacia donde se dirigía que era el Oeste.

 

UN GENIO IRRESISTIBLE

     Para la recién egresada de la Escuela de Geología y Minas, Noraima Caraballo, quien lo acompañó siendo estudiante en varias excursiones, siempre con una indumentaria característica de su manera espontánea de ser, a veces con sombrero de corcho o una gorra y cachimba, el  doctor Perfetti era simplemente “un genio irresistible”.
     El  doctor Galo Yanez lo calificó como un líder que dedicaba todo su tiempo a la creación de esta Escuela, que actuó de la única manera como se hacen bien las cosas, dándose por entero la cristalización de los ideales. Alumnos y Profesores tuvieron la suerte de inflamarse con su entusiasmo y seguir por caminos geológicos acertados, gracias a su oportuna guía magistral. En todo cuanto decía y escribía Perfetti, había siempre una profunda y robusta raíz científica.     

     J. N. Perfetti nació en Ciudad Bolívar el 13 de agosto de 1916 y falleció en 1992, a la edad de 76 años. 

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