sábado, 26 de marzo de 2022

GUILLERMO SUCRE


Guillermo Sucre Figarella un bolivarense nacido en Tumeremo, 15 de mayo 1933, ha sido valorado como uno de los críticos literarios más destacados de Hispanoamérica. Tanto así, que fue propuesto para dar cátedra en una de la Universidades más prestigiosas del mundo, la Universidad anglosajona de Cambridge por el Premio Nobel de literatura Octavio Paz. 
El Nobel mexicano se refiere a Guillermo Sucre "como uno de los mejores ensayistas y críticos literarios hispanoamericanos", sumando su valiosa opinión a los apoyos y méritos que finalmente le valieron a Sucre la elección para esta importante posición académica.
Dice Octavio Paz de Guillermo Sucre que "Sus ensayos, artículos y antologías son modelos en su género y han sido y siguen siendo contribuciones fundamentales en el dominio de la crítica literaria contemporánea en nuestra lengua. En esos textos y estudios encuentro una rara alianza entre la penetración intelectual y la erudi­ción, la sensibilidad y la elegancia del estilo. Sucre es, sin duda, uno de nuestros mejores ensayistas".
Guillermo Sucre Figarella es autor de ensayos literarios y poemarios y traductor de autores como André Breton, Saint-John Perse, William Carlos Williams y Wallace Stevens.
Del poeta, escritor y profesor de varias universidades, entre ellas, por supuesto, la Universidad Central de Venezuela donde inició su formación, se conocen; Mientras suceden los días (1961), La mirada (1970), En el verano cada palabra respira en el verano (1976), Serpiente breve (1977) La vastedad (1988) Borges, el poeta (1967).
De su obra ensayística sobresale La máscara, la transparencia (1975), estudio  ambicioso y cabal acerca de la aventura de la poesía hispanoamericana del siglo XX que tuvo amplia resonancia internacional y que constituye una referencia imprescindible.
Guillermo Sucre, hermano de Leopoldo y Juan Manuel Sucre Figarella, pasó  su infancia en Ciudad Bolívar y cursó el bachillerato en Caracas. Siendo todavía un joven estudiante se opuso a la dictadura perezjimenista, y hubo de exiliarse a Santiago de Chile, donde estudió la carrera de filosofía y letras, que concluiría en la Universidad Central de Venezuela. Perteneció al grupo Sardio, cuya revista fundó y dirigió, y estuvo casado con Julieta Fombona, traductora y ensayista venezolana, con la que tuvo tres hijos. Profesor de la Universidad de Stanford, se dedicó en Estados Unidos a estudiar a fondo la poesía hispanoamericana y a escribir La máscara, la transparencia.
Desde su regreso a Venezuela a mediados de la década de 1970, impartió clases de literatura en las universidades Simón Bolívar y Central de Venezuela y formó parte del círculo de amigos de Octavio Paz, quien le abrió las puertas de su revista, Vuelta, y publicó uno de sus libros de poesía, La vastedad. En 1970 había recibido la beca Guggenheim, y en 1998 fue profesor titular de la Cátedra Simón Bolívar de la Universidad de Cambridge. Agudo lector y exégeta de Albert Camus.
La escritora y profesora de letras de la UCV, María Fernanda Palacios escribió un interesante ensayo sobre este personaje bolivarense de la estirpe de los Sucre: “Guillermo Sucre: la palabra, la pasión, el esplendor (1987), en el que expresa  que “la poesía de Guillermo Sucre no está hecha de contingencias anecdóticas sino con los ritmos más subterráneos del vivir; no refleja su vida tanto como la refracta. Por otra parte, Sucre es un hombre que nunca habla de sí mismo o de su familia o de sus afectos en público; más bien tiende a resguardar celosamente su intimidad. Hombre secreto y discreto, enemigo de las entrevistas e inmune al halago y al denuesto de sus pares, uno de los más grandes críticos literarios de Hispanoamérica y un poeta riguroso y dotado de algo que escasea entre los poetas de su país y cualquier otro: una ética del lenguaje”. 

¿Dónde quedó la alegría de vivir? La desaprensiva lentitud en el trato y la clara mirada del orgullo,
la vislumbre del carácter y el destino, la mano que sabía prohibir y
/consagrar,
los cuerpos que dan gracias al alma y ágiles como la parra se enlazan en las noches de placer y también del dolor; todo lo que fue ceremonia, frugal o generosa celebración ¿ahora dónde está, bajo cuánto oropel y odio y oprobio yace?


No hay comentarios:

Publicar un comentario