Guillermo Sucre
Figarella un bolivarense nacido en Tumeremo, 15 de mayo 1933, ha sido valorado
como uno de los críticos literarios más destacados de Hispanoamérica. Tanto
así, que fue propuesto para dar cátedra en una de la Universidades más
prestigiosas del mundo, la Universidad anglosajona de Cambridge por el Premio
Nobel de literatura Octavio Paz.
El Nobel mexicano se refiere a Guillermo Sucre "como uno de los mejores ensayistas y críticos literarios
hispanoamericanos", sumando su valiosa opinión a los apoyos y méritos que
finalmente le valieron a Sucre la elección para esta importante posición
académica.
Dice Octavio Paz de Guillermo Sucre que
"Sus ensayos, artículos y antologías son modelos en su
género y han sido y siguen siendo contribuciones fundamentales en el dominio de
la crítica literaria contemporánea en nuestra lengua. En esos textos y estudios
encuentro una rara alianza entre la
penetración intelectual y la erudición,
la sensibilidad y la elegancia del estilo. Sucre es, sin duda, uno de
nuestros mejores ensayistas".
Guillermo Sucre Figarella es autor de
ensayos literarios y poemarios y traductor de autores como André Breton,
Saint-John Perse, William Carlos Williams y Wallace Stevens.
Del poeta, escritor y profesor de varias
universidades, entre ellas, por supuesto, la Universidad Central de Venezuela
donde inició su formación, se conocen; Mientras suceden los días (1961), La mirada (1970), En el
verano cada palabra respira en el verano (1976), Serpiente breve (1977) La vastedad (1988) Borges, el poeta (1967).
De su obra ensayística sobresale La máscara, la transparencia (1975), estudio ambicioso y cabal acerca de la aventura de la
poesía hispanoamericana del siglo XX que tuvo amplia resonancia internacional y
que constituye una referencia imprescindible.
Guillermo Sucre, hermano de Leopoldo y
Juan Manuel Sucre Figarella, pasó su
infancia en Ciudad Bolívar y cursó el bachillerato en Caracas. Siendo todavía
un joven estudiante se opuso a la dictadura perezjimenista, y hubo de exiliarse
a Santiago de Chile, donde estudió la carrera de filosofía y letras, que
concluiría en la Universidad Central de Venezuela. Perteneció al grupo Sardio,
cuya revista fundó y dirigió, y estuvo casado con Julieta Fombona, traductora y
ensayista venezolana, con la que tuvo tres hijos. Profesor de la Universidad de
Stanford, se dedicó en Estados Unidos a estudiar a fondo la poesía
hispanoamericana y a escribir La máscara, la transparencia.
Desde su regreso a Venezuela a mediados
de la década de 1970, impartió clases de literatura en las universidades Simón
Bolívar y Central de Venezuela y formó parte del círculo de amigos de Octavio
Paz, quien le abrió las puertas de su revista, Vuelta,
y publicó uno de sus libros de poesía, La vastedad. En 1970
había recibido la beca Guggenheim, y en 1998 fue profesor titular de la Cátedra
Simón Bolívar de la Universidad de Cambridge. Agudo lector y exégeta de Albert
Camus.
La escritora y profesora
de letras de la UCV, María Fernanda Palacios escribió un interesante ensayo
sobre este personaje bolivarense de la estirpe de los Sucre: “Guillermo Sucre: la palabra, la pasión, el esplendor (1987), en el que expresa que “la poesía de Guillermo Sucre no está
hecha de contingencias anecdóticas sino con los ritmos más subterráneos del
vivir; no refleja su vida tanto como la refracta. Por otra parte, Sucre es un
hombre que nunca habla de sí mismo o de su familia o de sus afectos en público;
más bien tiende a resguardar celosamente su intimidad. Hombre secreto y
discreto, enemigo de las entrevistas e inmune al halago y al denuesto de sus
pares, uno de los más grandes críticos literarios de Hispanoamérica y un poeta
riguroso y dotado de algo que escasea entre los poetas de su país y cualquier
otro: una ética del lenguaje”.
¿Dónde quedó la alegría de vivir? La desaprensiva lentitud en el trato y la clara mirada del orgullo,
la vislumbre del carácter y el destino, la mano que sabía prohibir y
/consagrar,
los cuerpos que dan gracias al alma y
ágiles como la parra se enlazan en las
noches de placer y también del dolor; todo
lo que fue ceremonia, frugal o
generosa celebración ¿ahora dónde
está, bajo cuánto oropel y odio y oprobio yace?
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