miércoles, 2 de diciembre de 2015

AIMEE BATTISTINI


Artista plástico  que militó  en el grupo de los disidentes, participando en la aventura del arte abstracto gestada en París. Pertenecía a la rama de los Battistini proveniente de la mediterránea isla de Córcega.

Los primeros Batistinis llegados a Guayana fueron cinco, orgullosos quizás de su apellido latino aunque nada tuviese que ver con su gutural lengua gala. Córcega, aunque genovesa de nacimiento, ha sido irremediablemente francesa desde 1768.

Pero Domingo Maria Battistini que era el mayor,  no quiso seguir los pasos de su hermano Pedro ni de sus parientes Ernesto y Francisco (Panchito), atraídos por el señuelo del oro que deslumbrada en cada recodo del Territorio Federal Yuruari. Domingo siguió los caminos del Río que ensanchaba y multiplicaba su cauce en la medida de su aproximación al mar.

Allá en el Delta trabajo un tiempo y se enamoro de una india Waruna que le dio una hija bautizada en Ciudad Bolívar con el nombre de Carolina. Mientras Aurelio, su hijo mayor venido de Córcega, hacia lo propio, es decir, se enamoraba en Ciudad Bolívar de Margarita, una de las hijas de don Antonio Liccioni, la cual había sido antes esposa de julio César Fernández.

Pero los hermanos Domingo y Pedro no permanecieron mucho tiempo en Guayana. Ausentaron después de la muerte (1901) de don Antonio Liccioni, pero dejaron las semillas que hizo posible la prolongación de su estirpe: Aurelio casado con Margarita Luccioni y Carolina que se hizo mujer en el seno de este matrimonio y la cual termino cansándose con el alemán Alejandro Gunterman Siegert. Aurelio Battistini, casado con Margarita, hija del acaudalado don Antonio Luccioni, tuvo cuatro hijos: Pedro, quien contrajo matrimonio con Blanca Castro Gruber; Elena, casada con el impresor Edmundo Suegart, confundidor del vespertino “El Luchador” de Ciudad Bolívar y cofundador del diario “La Esfera” de Caracas en 1927 bajo la dirección del periodista Ramón David León; Leopoldo, quien no tubo descendencias y Aurelito, a quien se le conoce un hijo expósito: Alfredo.

Hijo del matrimonio Pedro Battistini  con Blanca Castro Gruber es el doctor Pedro Battistini Castro,  gobernador del Estado Bolívar, en el periodo constitucional del doctor Raúl Leoni. Battistini Castro, abogado y político, Gobernador entre 1964 y 1967 luego que incorporó al Congreso como Senador. Actualmente reside en Puerto Ordaz.

Los hermanos Ernesto y Francisco (Panchito) Battistini, al igual que Aurelio permanecieron en Guayana. Panchito falleció en Tumeremo. No tuvo descendencia, mientras Ernesto contrajo matrimonio con Josefina (Pepita) Casalta, hija de don Virgilio Casalta, acaudalado hombre de negocios y uno de los fundadores principales de la Electricidad de Ciudad Bolívar.

El matrimonio de Ernesto Battistini y Josefina Casalta tuvo tres hijos: Aimée, Francisco y Ernesto (Kilo). Ernesto inicio su vida de comerciante en el pueblo minero de El Callao. Su establecimiento “Le Petit La fállete”, que ofrecía desde alpargatas hastas linternas a los mineros de oro, lo vendió después a su paisano corso Enrique Cuerza. Este lo puso bajo la administración de su hijo Federico, quien vivió en concubinato con Elisa Garivaldi, emparentada con el patriota italiano José Garivaldi.

 Ernesto Battistini se radico luego en Ciudad Bolívar y se asocio en un negocio  con su cuñado Juan Casalta. Así apareció la firma mercantil “Casalta & Battistini” en 1917, en la calle Orinoco, al lado de Bianchi Natera. Este negocio, dedicado a la importancia y exportación, cerró sus puertas al iniciarse la progresiva devaluación del bolivar con el llamado “Viernes Negro”.

Administrando esa firma comercial antes de su cierre habían quedado Pedro Vicente Guevara y kilo Battistini. Este último, aficionado a la fotografía, se caso con Migdalia Rivero y tiene tres hijos. Vivió y estudio en Francia durante once años. Al estacar la Segunda Guerra Mundial regresó a Venezuela.

Por su parte Aimée, a quien Andrés Eloy Blanco le escribió un poema admirado por su bellaza, también estudio en Francia y se dedico de lleno a las Artes Plásticas, mientras Francisco siguió exitosamente la carrera de medicina hasta graduarse y especializarse en dermatología.


Aimée Battistini

Aimée Battistini, nacida en El Callao en 1916, despertó la admiración de Andrés Eloy Blanco cuando 1927 este estuvo en Ciudad Bolívar declamando el Teatro Bolívar su poema “El Río de las siete estrellas”. El poeta, muy emocionado, la escribió este verso: “Afortunado hombre  entre los nombre bellos / nombre con una estrella prendida en los cabellos / nombre que tu belleza ciñe como un laurel”.

Aimée se ausentó de Ciudad Bolívar a la edad de diecisiete años. Sus padres la acompañaron a Francia a completar sus estudios y allá se quedo para siempre, inmersa en el mundo de las artes visuales. Sus padres regresaron después.

 Militó en el Grupo de los Disidentes, junto con Alejandro Otero, Pascual Navarro, Guillent  Pérez, Carlos González Bogen, Perán Erminy, Armando Barrios, Rubén Núñez y Dora Versen, entre otros que en década de los 50 tuvieron destacados participación la aventura del arte abstracto gestada en la capital francesa.

Aimée, luego de su radicación en París, estuvo dos veces en Caracas: entre 1940-1945 que duro la Segunda Guerra Mundial y en abril de 1980 con motivo de la Explosión de Arte Constructivo venezolano 1945-1964  realizada en la Galería de Artes Nacional, pero, cuando llego, la exposición ya había sido demostrada. En esa ocasión dono varias obras suyas al Museo Jesús Soto.

“Mi problema no es la composición ortogonal, ni la forma libre, ni la cosa gestual ni nada de eso”, dijo entonces acerca de su propio trabajo. “He querido que las formas estén sometidas, humildes, a un ritmo que siento interiormente. El ritmo va construyendo levemente aquella geometría sobre el fondo de la tela. La geometría no es vedette. Es ritmo”.

Su primer cuadro abstracto lo rompió luego  de escuchar una conferencia de Louis Broglie sobre microfísica y movimiento.

Aimée falleció en París el 7 de julio de 1989, a la edad de 73 años. Le sobrevive su única hija, Luzmila, de su matrimonio y divorcio con un ruso.

Francisco Battistini
Francisco Battistini, nacido en Ciudad Bolívar el primero de septiembre de 1917, realizo los primeros estudios en su Ciudad natal luego sus padres resolvieron radicarse en París para terminar de darle allá la formación de sus tres hijos.

Francisco fue inscrito en la Academia de Medicina de Francia y término sus estudios en la Universidad de Montpelier después de la Segunda Guerra Mundial, donde tuvo participación como soldado hasta 1940 que se dio la violenta batalla de Dunkerque.

En Francia contrajo matrimonio con la señorita Louisette Villod, quien falleció en Ciudad Bolívar. con ella tuvo a Ana Maria, médico dermatólogo como su padre, única hija, casada con el urbanista Claudio Brun Maxlimilien, nativo de Haití que fue colonia francesa.

Al doctor Francisco Battistini las autoridades de la UDO lo enviaron a Brasil, Perú y Colombia para estudiar experiencias en el campo de la docencia de la medicina. Elaboro el primer pensum de las Escuelas de Medicina iniciado el 8 de enero de 1962 con tres profesores (Battistini, II demaro Torres, Eduardo Cárdena) y 80 alumnos.

De estos ochenta alumnos solo diez llegaron a la meta profesional. En diciembre de 1966 fue la primera promoción, la cual apadrinó.

El doctor Francisco Battistini, además de fundador de la Escuela de Medicina, fue entre 1958 y 1991, jefe del servicio de dermatología del Hospital universitario del Ruiz y Páez. Fundador del primer Post-Grado de la Escuela de Medicina (Dermatología 1977); dermatólogo consultante de la Universidad del Estado Louisiana  de los Estados Unidos en 1967. En el campo de la investigación ha hecho importantes aportes, especialmente de la medicina curativa.

Descubrió un tópico rápido y eficaz en el tratamiento contra la micosis o enfermedades de la piel, causada por hongos. Se trata de un compuesto que antes de salir al mercado estuvo en ensayo en las Escuelas de Medicina de Ciudad Bolívar, Bogotá y Miami. El medicamento comenzó a estudiarlo en 1968 y antes de que los laboratorios M. Johnson  de los Estados Unidos lo sacara a la venta pública, estuvo ensayándolo durante dos años en colaboración con los especialistas norteamericanos, doctores Nardo Zaias y Aguerrí Revell.

Mientras fu Director de la Escuela se preocupó por la formación del médico general contra la inclinación de la mayoría de los egresados de escoger el camino de la especialización.   Se quejaba entonces de las carencias que aún persisten como la producción por la presión ejercida sobre las autoridades para aceptar a una gran masa de estudiantes no considerados en la planificación. De tal manera que la Escuela de Medicina ha sido victima de la masificación y esto ha traído repercusiones en la enseñanza y los programas.

A sus distinciones Orden Congreso de Angostura, Orden Andrés Bello y premio César Lizardi, se suma la del Rotary Club Orinoco.


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