lunes, 7 de diciembre de 2015

MIGUEL SAMBRANO PERDOMO


No pudo con el cáncer  que lo llevo a la tumba; Pero venció otros males durante su carrera como docente e investigador.  Tuvo éxito en el  tratamiento de ciertas alergias que suelen afectar a la salud de los bolivarenses, entre ellas, un tipo de asma causado por un bichito sin ojos y con tenazas que, aparentemente  invisible, tiene como hábitat el polvo doméstico de nuestras viviendas.

Miguel Eduardo Sambrano Perdomo, médico cirujano, especializado en microbiología, nació el 20 de febrero de 1944 y falleció en la misma Ciudad Bolívar que lo vio nacer, victima de la metástasis de un epitelioma localizado en el colon.

Estudió primaria en el Colegio La Milagrosa, secundaria en el Peñalver y superior en la Facultad de Medicina de Sevilla, donde también estudió microbiología e inmunología y llego a ser instructor de la materia en la misma facultad durante cuatro años. Asimismo, médico cirujano residente en la Unidad de Vigilancia Intensiva del Seguro Social de Cádiz. Más tarde se especializó en alergología.

Al regresar a Venezuela y mientras revalidaba en la Universidad de Carabobo, ejerció la medicina general en El Manteco del Estado Bolívar y, posteriormente, hasta ingresar al departamento de Parasitología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Oriente, prestó servicio en el Centro Médico del Seguro Social como cirujano residente y médicos de las consultas externas de la medicina general de adultos y niños.

Hizo carrera en la Escuela de Medicina hasta llegar a profesor titular y en varios de los cincuenta eventos científicos a los que asistió, presentó interesantes trabajos. Entre ellos, sobre la fauna acarina alegógena, de investigación bacteriológica epidemiológica de microbacterias atípicas en la orina de pacientes con afecciones del aparato génito-urinario, la parasitosis intestinal en las poblaciones del Orinoco, resistencia de los gérmenes a los tratamientos con antibióticos y contaminación del Hospital Universitario “Ruiz y Páez”  por pseudomonas aeroginosas, en el ultimo caso, pusieron al descubrimiento que muchos ingresados al Hospital con patologías diferentes, complicaron su cuadro de enfermos a causa de la pseudomonas aeroginosas. Pero, posiblemente, su trabajo más interesante sea el de los ácaros asociados al proceso alérgico del asma.

De cada cien personas, unas cinco padecen de asma o  de “ahoguillo”, nombre con el cual se conoce desde los tiempos de Hipócrates, un afamado médico de la antigüedad, a quien le importaba más el honor que el sufrimiento de los enemigos de la patria. Entonces –y todavía- el ahoguillo se curaba con magia, también con brebajes y pócimas a base de aceite de raya o de reptiles, coco de mono, corazón de morrocoy o de la sábila.

Afortunadamente, la ciencia no se ha quedado atrás y desde la década del 40 se le ha dado gran impulso a la investigación para tratar entre la enfermedad de la que poca gente muere, pero la que muchos padecen y llevan una pesada cruz durante el resto de su vida.

En Madrid existe una institución fundada por el médico Carlos Díaz Jiménez, dedicada al estudió del aparato respiratorio y el mismo ha aportado a la humanidad valiosos conocimientos sobre el asma.

Díaz Jiménez es uno de los primeros que abrieron camino en cuanto a los nuevos conceptos de la fisiopatía y tratamiento del asma e introdujo, incluso, dentro de la terapeuta física, los ejercicios respiratorios. En la Escuela de este científico peninsular se formó el doctor Miguel Sambrano Perdomo.

En el polvo domestico que suele acumularse en los rincones de la casa, debajo de la cama, la biblioteca o la cocina, Miguel Sambrano hallo un bichito sin ojos y con unas mandíbulas en forma de tenazas causante de cierto tipo de alergia, entre ellas, el asma.

Se trata de ácaros o parásitos arácnidos con cutícula parecida a la de su pariente la pulga.  De esos bichitos se conoce 200 familias y 1.700 especies, entre las cuales, Sambrano logró clasificar las relacionado con procesos de alergias de diversas índoles como el asma, la renitos, la otitis y la conjuntivitis.

De la fauna acarina alérgogena del Estado Bolívar, aisló el “Dermatophagoides Pteronyssinus” y el “Gycyphagus domesticus”   cuyas cutículas tienen capacidad de respuestas alérgicas. El muestreo cubrió 800 viviendas y 1.200 familias, entre las que se encontraron numerosos casos de asma, otitis, renitos y conjuntivitis alérgica.

Existe dos tipos de asma: la extrínseca que tiene que ver con agentes circundantes y, la extrínseca, que obedece a una situación especial del individuo.  La extrínseca es  el asma  más relacionada con los fenómenos alérgicos exógenos porque se debe a sustancias pululantes o con esta el ambiente.

El doctor Sambrano Perdomo, quien por un tiempo me mantuvo informado de sus trabajos de investigación y a quien a cierta ocasión acompañe a una de sus espontáneas campañas filantrópicas para atender masivamente a la gente de las zonas rurales, no contó que cuando se iniciaba en su carrera de alergólogo asomó en un Congreso la posibilidad del polen como agente causante del asma en determinados casos, y sus colegas delegados se rieron de el. Hoy en día esta demostrado hasta el punto de que en Madrid el periódico ABC informa diariamente, tal como lo hace en el estado del tiempo, sobre la cantidad de polen por metro cúbico copulan en el ambiente,  a fin de que los alérgicos tomen sus previsiones al salir a la calle. En cuanto al asma intrínseca, es muy difícil de curar porque obedece a mecanismo interno del organismo o de la hemostasis.
Existe un tercer tipo de asma, resultante una combinación de la extrínseca con la intrísica, pero tratamiento es individual y previa determinación de los agentes causantes. Cuando se localizan las causas, es posible preparar vacunas que inmunizan al individuo contra los agentes histamínicos. El asma generalmente curable es la extrínseca. La intrínsica es mucho más difícil y quien la sufre lleva puesta esta cruz por el resto de su vida. La ciencia, en todo caso, lo más que logra es hacer llevadero el mal, pero suele serlo crónico por los efectos secundarios que origina el exceso de esteroides y adrenalina. El uso y abuso de la clásica perita que antes se empleaba con adrenalina dio a casos de muerte. Hoy en día esto esta superado y los medicamentos indicados hacen menos tortuosos el padecimiento del asma intrínsica. Sin estadísticas claras.

Las estadísticas sobre morbilidad y mortalidad a causa de esta enfermedad respiratoria, no son suficientemente claras en Venezuela. Más lo son las de otros países como Estados Unidos de Norteamérica, donde los indicadores señalan hasta un cinco por  ciento de personas que sufren respuestas alérgicas respiratorias. Asimismo, son asmáticos el 2.5 por ciento de los niños. Hay países donde esta enfermedad es endémica, mientras que en otros los casos son relativamente aislados.

En los trabajos de investigación realizados por el doctor Sambrano Perdomo en el Estado Bolívar, prevalecen los casos de asma extrínsecas,  es decir, aquellos desencadenados por agentes externos como la caspa de animal, el polen de las plantas, las excreciones de arácnidos parásitos como los ácaros y algunos alimentos y cosméticos, pero poca gente sabe que este tipo de asma puede curarse previa determinación del agente con la causa.

A su consultorio, generalmente, llegaban los asmáticos desahuciados y en estado crónico que una vez investigados y localizado el agente responsable de el mal, se posibilitaba la elaboración de una vacuna inmunizante. El noventa por ciento de los casos atendidos por el resultaron extrínsecos, pero observaba que el guayanés era muy pegado al brebaje y a las curaciones mágicas religiosas que, por lo común, no conducen a nada:  padres desesperados que sacrificaban a un morrocoy para obligar hijo a tragarse el corazón, aún latiendo, del animal; padres que lo hacen consumir grasa de culebra de cascabel, ingerir aceite de seje o tomar preparados a base de hoja de colombiana.

El doctor Sambrano Perdomo, una vez determinado un caso de asma extrínseco procedía en el ambiente circundante del paciente a localizar el agente causante y con las sustancias responsables de la respuesta asmáticas elabora un antígeno que aplicaba al enfermo para provocar anticuerpos.

Con relación a los ácaros, el polvo doméstico contiene sustancias derivadas de estos arácnidos microscópicos y con ellas realizaba pruebas interdérmicas, es decir, elaboraban antígenos utilizando las propias muestras obtenidas en la casa del paciente. El polvo doméstico es el que proporciona el antígeno inductor y con el como materia prima, Sambrano Perdomo preparaba una vacuna que inmuniza  para siempre ese tipo de asma extrínseco.

El asma no es más que un problema de oxigenación. Quien la padece vive angustiado por una sed de aire sobreacumulado en los alveologos de sus pulmones a causa de mediadores farmacológicos que producen una bronco-contrición.

El asmático es reconocido por su jadeo silbante y por su estado de tensión emocional que le va conformando una personalidad diferente. En el caso de los niños asmáticos, se ha venido observando y el doctor Miguel Sambrano lo reitera con sus propias historias, que son muy nerviosos, pero a la vez muy inteligentes.

El asma, propiamente, no se hereda. Se heredan, en todo caso,  las condiciones somáticas, unas condiciones genéticas propicias para una respuesta alergias, bien sea en el terreno respiratorio, en el de la dermis o en el de la otorrinolaringología, siempre y cuando se tropiece con el agente histamínico. De lo contrario, no habrá descendientes asmáticos, aún cuando los padres no lo sean.


Un buen consejo que dejo el doctor Miguel Sambrano Perdomo a las madres es el de hacer el esfuerzo por impedir que el asma crezca con el niño. Los males hay que atajarlos prematuramente para después no sea más difícil la tarea terapéutica. Es recomendable la consulta precoz porque durante los primeros años es cuando se facilita óptimamente el tratamiento. En los adultos es más problemáticos por la circunstancia casi de la automedicación y de una serie de vicios y actos reflejos originados por tratamientos anteriores. Hay que recordar siempre que el asma es causada por un agente externo es curable en un cien por ciento, pero si es intrínsica, lo más que se puede lograr es ayudar al paciente a hacer más llevadero su padecimiento mediante ciertos ejercicios y medicamentos.

2 comentarios:

  1. Excelente reportaje maestro Fernández. Muchísimas gracias

    ResponderEliminar
  2. Excelente reportaje maestro Fernández. Muchísimas gracias

    ResponderEliminar