jueves, 10 de diciembre de 2015

ARGENIS DAZA GUEVARA


El 28 de abril de 1994 murió en Caracas este poeta venezolano nacido en Tumeremo, tras un derrame cerebral, a la edad de 55 años.  Publicó siete libros de poesía y un ensayo sobre la libertad de expresión.

            Nacido en Tumeremo en 1939, tiempos febriles del balatá, Argenis Daza Guevara quedó huérfano cuando cursaba el primer año de bachillerato en el Liceo Peñalver.  Entonces debió ser internado en la Escuela Normal Experimental "Gervasio Rubio" del Táchira.  Su padre Francisco Daza Carmona, era escritor, pintor y Juez de Tumeremo.  Como hecho curioso, pintó al Profeta Enoch cuando peregrinó por Guayana en tiempos de la humareda.  La pintura existe y se venera en la Capilla de El Manteco.
            Daza definitivamente se radicó en Caracas como casi todos los intelectuales, políticos y artistas de valía de este Estado.  Ocasionalmente venía a encontrarse con los amigos y a contemplar el Río desde la barra del Hotel Bolívar con un vaso de Scoch aromando el ambiente.
            La última vez que lo vimos vino invitado por sus paisanos el Dr. Ramón Córdova Ascanio y Almilcar Fajardo y coincidencialmente se encontró con su otro paisano, el pintor Omar Granado, quien trabaja desde años en Extensión Cultural de la Universidad de los Andes. Juntos recorrimos toda la ciudad abordando  exquisitos y escabrosos  temas, incluyendo insalvablemente el de la política.  Porque en su juventud fue un activista político al lado de Cheito Herrera Oropeza, José Vicente Rangel, Fabricio Ojeda hasta que vino la escisión urredista y más nunca le interesó la política sino sólo en cuanto lo que ella podía significar para el destino del país.  Su oficio principal, en todo caso, fue siempre el de poeta y profesor de derecho penal de la Universidad Central de Venezuela.
            En esa ocasión también visitó su tierra natal y se vino decepcionado, aunque reconocía que "Tumeremo siempre ha sido tomorrow night, sólo que ahora se ha transformado por la cultura del asalto que tenemos como cualquier pueblo del Oeste"
            -¿Cuál Oeste? -le preguntamos en un diálogo prolongado que ahora en la impactante ocasión de su muerte publicamos a manera de autoretrato  de este valor nuestro de la poesía considerada por Guillermo Sucre como "creación mítica donde lo real se niega toda vitualidad y se vuelve imaginación pura, absoluta".
            -¿Cuál Oeste, poeta?
            -El Oeste minero, no el Oeste serio de Faulkner y Hemingway -respondió.
            -¿Te importa haber nacido en Tumeremo?
            -Los hechos trascendentales de uno no es el nacimiento ni la muerte, simplemente cuando conjuga todas las vitalidades o todas las expresiones que uno puede manifestar.
            -¿Cómo era el Tumeremo de tus padres?
            -Un pueblo balatero y, precisamente, una de las cuestiones que yo he entendido muy bien es el que no exista una literatura del balatá a pesar de que en "Canaíma", uno de los mejores capítulos de Gallegos es el de la Tempestad.  Tumeremo era un pueblo balatero, no de aventuras, arribistas o atorrantes como se ha convertido ahora.
            -¿Ese apellido tuyo es de ancestro tumeremense?
            -Hay una experiencia histórica que desde el puto de vista sociológico merece ser estudiada.  Tumeremo es un pueblo donde existe un ancestro larense.  El apellido Daza, Castillo, Núñez, son de origen larense.
            -Ahora ¿por qué llegaron a Tumeremo?
            -Esa es una indagación que no se ha hecho seriamente.
            -¿Llegaron, tal vez, como el Profeta Enoch en busca de algo?
            -El Profeta Enoch, ciertamente, fue un señor que llegó allí y nadie sabe de dónde vino, cómo llegó y a qué.  Mi padre lo pinta por primera vez en El Manteco donde existe una Capilla que la abren en ocasiones muy específicas con ese dibujo que hizo mi padre Francisco Daza Carmona.
            -He oido decir que Tumeremo es una cuna de muy buenos escritores ¿tú crees eso?
            -Eso también hay que indagarlo porque los niveles culturales de allí eran limitados a la escuela primaria, pero existían artistas, hay muchos de ellos de significación.
            Tu padre ¿era intelectual?
            -Mi papá era escritor, pintor y Juez de Tumeremo, pero nativo de Barquisimeto.
            -Pedro Monasterios Soto, bisabuelo del pintor Rafael Monasterios, ambos de Barquisimeto, también estuvo por esos lados del Yuruari buscando oro.  Tal vez tu padre Daza Carmona le seguía los pasos ¿no crees?
            -En esos tiempos la gente del centro se sentía muy atraída por el misterio de la selva, pero la tecnología de hoy ha acabado con eso.  Bártoli, Rassi, Lezama, Daza Carmona, vivieron eternamente buscando oro y nunca consiguieron nada; en cambio, ahora hay muchos compañeros míos de generación que son absolutamente ricos debido a la tecnología de la explotación del oro.
            -¿Ni una pepita garzoneada siquiera consiguió tu viejo?
            -Yo tenía una Tía que siempre salía a las minas cuando había una "bulla", pero siempre regresaba sin oro y con otro muchacho.  Yo le decía: "Caramba, Tía, usted no cogió oro sino que el oro la cogió a usted".
            -Hoy cualquier abogado se hace llamar "Doctor".  ¿Estás tú también en el mismo caso?
            -Yo, después que me gradué de abogado en 1965, hice un doctorado en Derecho Penal y como tal fui Procurador General del Estado Bolívar y posteriormente asesor de la Fiscalía General del Ministerio Público.
            -¿Ejerces?
            -Ejerzo la docencia en la UCV.  Por cierto, que una de las cosas que me satisfacen es que en un Concurso donde participaban profesionales venidos de la Sorbona y Moscú, yo saqué las notas más altas: 19 en la escrita y 20 en la oral.
            -¿Ganas mucho como Profesor?
            -La gente tiene una equivocación con relación a la docencia universitaria.  Hasta hace poco los profesores universitarios éramos los peores pagados del país.
            -¿Cuántas horas trabaja un Profesor a tiempo completo?
            -En la UCV un profesor a tiempo completo no da más de 15 horas a la semana porque la investigación quita mucho tiempo.
            -¿Que investigas actualmente?
            -Acabo de publicar un trabajo por encargo de la UCV sobre la Libertad de Expresión, no en el sentido populista como suele tratarse el tema, sino en el sentido jurídico.  La Libertad de expresión y los delitos de expresión.  También un trabajo de mayor envergadura sobre la Sociología de la Prognosis porque aquí los planificadores están acostumbrados al simple diagnóstico, es decir, la Sociología se reduce a la verificación empírica de un conjunto de hechos, pero no hay una prospección de lo que podría ser una sociedad en el año 2020 o 2100.
            -¿Cuál es el problema?
            -La metodología es el problema que presenta ese tipo de trabajo como lo hacía Toffler del Shock del futuro.  ¿Qué va a ocurrir? y no qué ocurrió, porque eso sería una sociología histórica.  Entonces yo creo que se necesita una Sociología del futuro.  No una verificación empírica de los hechos.
            -La UCV está manejando esos parámetros?
            -En la Universidad tampoco se manejan esos parámetros.  Muchos de los sociólogos nuestros se limitan a repetir la teoría de Marx, al análisis de los modos de producción, al análisis funcionalista de la sociología norteamericana, pero no existe un análisis de lo que va a ocurrir.
            -¿Ocurre lo mismo en los Partidos Políticos en donde, por cierto, veo que abundan los brujos?
            -Posiblemente los aventureros son los que han escogido el análisis del futuro.  Asumen el análisis del futuro en función de conseguir un puesto y de decir a cualquier candidato "hay que hacer ésto o lo otro", pero no desde el punto de vista científico, aunque yo no creo tampoco que las Ciencias Sociales constituyan alguna ciencia específica.
            -Aparte de esos ensayos para la UCV ¿qué has hecho y qué tienes en proyecto en materia de poesía?
            -Mi primer libro "Espadas ebrias", lo publiqué en 1958.  Luego vino "Actos de Magia", después "Juegos de reyes", "Irreales", "Testimonios, Juegos y Cábalas", "Sin ninguna abstención bajo palabra" y "En excesos de formas".
            -De esos libros cuál es el que más te satisface?
            -Actos de Magia es un libro que a mi me satisface porque allí hay planteamientos de una literatura y rompe exactamente con la generación anterior de nosotros que estaba dominada por "Sardio" (aproximada a AD) y "Tabla Redonda" (PCV).  Sin embargo, la mayoría de los escritores de "Sardio" ha asumido políticas de derecha.  Los escritores de "Tabla Redonda", donde están Guedez, Sanoja Hernández y otros, mantienen su misma posición ideológica.
            -¿Por qué a los escritores les seducen las Embajadas?
            -Ese es un fenómeno muy interesante. Muchos de nosotros no pueden ver una Embajada porque ahí mismo le embisten. A los radicalitas políticos los destruye la Cancillería. 
            -¿Y la Asociación de Escritores ¿para qué sirve?
            -Deberían cambiarle el nombre por Asociación de Viajeros. Ahí parece que hacen cosas o no hacen nada, particularmente no creo en ese tipo de Asociación.
            -¿Y la República del Este?
            -Esas son circunstancias de la crisis intelectual del país.  El  ex Presidente Lucinchi era uno de los prehabitantes de la República del Este.  En determinado momento existía una cuarta parte del Gabinete:  Díaz Bruzual, Luis Pastori, Manuel Quijada, lo que pasa es que mucha gente pone la perspectiva de la República del Este como una "Asociación de Borrachos" y no como un centro de entendimiento intelectual.  Concurrentes a la República del este era Luis Beltrán Prieto Figueroa, Jóvito Villalba, el general Pardi Dávila, Miguel Otero Silva.  Era una tertulia un poco a la española.
            -¿De dónde viene eso de que los intelectuales son una "cuerda de borrachos".
            Entre los intelectuales es la ausencia de prejuicios.  Los políticos beben en todas partes, menos uno que bebe públicamente.  Es como las mujeres que dicen: "no, mi marido no es ningún borracho, el sólo bebe en la casa".  No hay ninguna diferencia en hacerlo en la casa y en un botiquín.
            -De veras ¿por qué a los intelectuales les gusta tanto el "palo"?
            -Bueno, eso habría que preguntárselo también a los militares.  Tú vas al Club Militar y no encuentras a los oficiales comiendo pasta o a los médicos en su Club practicando la cirugía.
            -A ti, poeta, por ejemplo, te critican eso de que te echas el palo en demasía.
            -Bueno... y el Cardenal Lebrún?  Yo no se quienes comienzan primero, si son los curas o los poetas.  Acaso Jesucristo que era un poeta y un orador, no consumía vino...
            -Apartando el vino y volviendo a la poesía ¿qué opinas de la Poesía venezolana dentro del contexto latinoamericano?
            -La poesía venezolana sobrepasa un rato largo a todos los otros géneros.  Digamos, la novela es un género decadente, sobre todo, eso que llama género histórico.  Es muy fácil agarrarse un libro, buscar un conjunto de datos históricos y reformularlos en un personaje.  Posiblemente, Denzil Romero, con la tragedia del Generalísimo Miranda, ha hecho la última novela histórica que pueda concebirse en este país.
            -¿Has leído a Piar, de Herrera Luque?
            -Leí algunos capítulos.  Piar es indudablemente un personaje histórico para mí, más significativo.  De Piar existir, de haber subsistido, no se estaría discutiendo con Colombia ni con Guyana.

            Pero Piar está muerto como lo está hoy el poeta de Tumeremo que ya no volverá para decir: "Hoy necesito descubrir nuevamente las cosas -lo que son y lo que han dejado de ser- pues, en el tiempo, estamos limitados a una sola forma que no siempre es la misma".

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