Me voy dejando mi nombre que es
el producto de un esfuerzo continuo, sincero y hermoso. Si hay algún mensaje en
mi música no es otro que el estético, traducido en ritmo, equilibrio y
espíritu.
Después del 24 de julio de 1983,
fecha bolivariana bicentenaria, en la que el gobernador Alcides Sánchez Negrón
le impuso la “Orden Congreso de Angostura”, Antonio Lauro volvió a la ciudad a
reunirse privadamente con sus amigos, despejados
del protocolo ofreció una serenata a la madre del Poeta Luis Garcías Morales y
al día siguiente, su amigo Salomón Martínez, alquilo una avioneta y lo llevo a
Canaíma. Al regreso exclamo ante el periodista: “ahora me puedo morir porque he
visto la octava maravilla del mundo” la laguna Canaíma, los Tepúes, el Salto
más elevado del planeta, en fin, la inconmensurable Gran Sabana, lo dejo
hondamente impresionado y colmado de regocijo el espíritu.
Seis años antes, en julio de
1977, cuando cumplió setenta años de edad, la municipalidad lo declaró “Hijo
Ilustre de la Ciudad” y el colegio de abogados le rindió caluroso homenaje. En
tal ocasión tuvimos la oportunidad de hablar largamente con el. Vino acompañado
de su hija Natalia, por quien exteriorizaba todo su amor en las cadencias de un
vals homólogo que le ha dado la vuelta al mundo en las manos virtuosas de
Segovia, Alirio Díaz y otros consagrados de la guitarra.
El nació aquí, al lado del gran
río, en tiempo del General gomecista Marcelino Torres Garcías, aún cuando la ciudad lloraba de muerte de obispo
Antonio Maria Durand acaecía de 19 días antes. Entonces vino al mundo Antonio
Lauro (3 de agosto de 1917) en casa
diagonal con la plaza Bolívar; antigua gobernación. Allí vivió hasta la edad de
diecinueve años cuando murió su padre que era barbero y músico de origen
italiano.
Antonio Lauro Ventura, su padre,
casado con Armida Crustoneo, llego a Venezuela en 1900 procedente del sur de
Italia (Calabria) y se radico en Ciudad Bolívar, donde instaló la barbería
petit Trianon, en el paseo colón (hoy día paseo Orinoco). Alternaba su
profesión, de comerciante y barbero con la música. Cantaba y tocaba el
bombardino y la guitarra. Falleció a la edad de los 40 años a causa de una
litiasis renal, 9 de marzo de 1922.
Con su madre viuda y su dos
hermanos, todos nacidos en Ciudad Bolívar; Antonio Lauro se retiro del colegio
Guayana de Narciso fragachan y viajo a Caracas en 1926 en busca de nuevos
Horizontes por los caminos de la música.
Desde temprana edad le atrajo la
guitarra y su gran maestro en Caracas fue Raúl Borges, pero antes estudiaba
música y aprendió a ejecutar otros instrumentos con Vicente Emilio Sojo,
Salvador Llamosa y Juan Bautista Plaza. Contemporáneo con Antonio Esteves, Angel Sauce y Evencio
Castellanos, Lauro destacó como concertista de la guitarra. Fue el primer venezolano en utilizar este
instrumento para interpretar composiciones de Haendel, Bach y Albaniz.
La última vez que estuvo en
Ciudad Bolívar toco para un grupo de amigo los valses Natacha, Andreína,
Tatiana, Momoti, y Maria Luisa. Este último vals dedicado a su espose Maria
Luisa Contreras con quien tuvo a Leonardo, Natalia y Luis Augusto. Cada uno
tiene más de una obra dedicada por su padre. En esa ocasión le preguntamos por que consideraba a Natacha como su mejor vals.
No creo que el vals Natacha sea
mejor. Todas mis composiciones son hechas con la misma pasión. Lo que ocurre
con el vals Natacha es que ha sido más popularizado y, por consiguiente aumento
de tiempo oyentes- respondió con la amabilidad serena que siempre lo
distinguía.
Antonio Lauro, además de
numerosos valses para guitarras, compuso poemas sinfónicos y obras para
orquestas, solistas y coros. En la década del 50, los años más duros de la
dictadura perezjimenista, compuso “cantaclaro”, basada en la obra literaria de
Rómulo Gallegos. Esta pieza para orquestas no se pudo estrenar toda vez la
persecución política era muy fuerte y Lauro que no ocultaba su posición al
régimen, fue a parar a la cárcel. Estuvo preso junto con el ex presidente de la
Republica Jaime Lusinchi y el poeta Rafael Cadenas.
Cuando cumplió sesenta años le
preguntamos en el homenaje que le ofreciera el Colegio de Abogados ¿Qué sentía
con la relación a la llamada tercera edad? Y respondió escuetamente:
Siento que he aportado a plenitud para la humanidad con una
de la disciplina más importante y hermosa que solo el hombre tiene el
privilegio de poseer: este superdotado de la música, premio nacional, no era
muy extensivo en las respuestas. Le gustaba la brevedad sin dejar de ser
sencillo, elegante y claro y en esa forma transcurrió el siguiente dialogó:
-¿cree, Antonio Lauro, haber empleado bien su tiempo?
Estoy satisfecho del tiempo que
he empleado en la música. Naturalmente que apreciando y dando el justo valor que
tiene todo el producto del ingenio humano.
¿Cuál ha sido el resultado?
-la seguridad de haberlo hecho y
satisfacción de haber sido bien acogido y estimulado por los demás.
-¿Qué deja para sus hijos, para su pueblo, para su patria?
-solo mi nombre que es producto
de un esfuerzo continuo, sincero y hermoso.
-¿ha sido para usted la vida, áspera, buena o bella?
-la vida con la música no puede
ser sino bella. Las incidencias, insensibilidad, incomprensión egoísmo, son tan
livianas que no inclinan la balanza.
-¿Dónde reside la calidad de su música?
- la calidad de la música reside
en la propiedad que tiene que llegar a mayor cantidad de personas. Es como una
onda que sintonizan los oyentes. No es extraño que haya quienes no sintonicen
con plena razón mi música.
-Al contrario, maestro, seria extraño que alguien no se pusiera en
sintonía con su música. Por algo a subido usted tanto en el sentimiento de la
gente; pero, dígame, ¿le atribuye usted
algún mensaje en especial a su música para que llegue tan hondo?
Si hay algún mensaje, sería el
de cumplir con el tradicional concepto estético de la belleza que se traduce al
ritmo, equilibrio y espíritu.
-¿Por qué solo compone esa guitarra?
-Estudie muchos instrumentos,
todos son bellos y en cada uno se puede encontrar grandeza y despertar emoción;
mas, que la guitarra subyugó desde el primer momento en que la escuché en manos
de Agustín Barrios (Mangoré) y Andrés Segovia, entonces decidí estudiarla,
encontrando que cada día la aprendía mejor, es decir, me gustaba más.
-¿Quiénes en el mundo de la música conoce tanto la guitarra como
usted?
-Los lauditas ingleses y los
vihuelistas españoles fueron grandes ejecutantes a la vez de compositores de
talla. En nuestro siglo hay muchos
buenos compositores para nuestros instrumento., gracias a la divulgación que le
han dado Andrés Segovia, John Willians, Alirio Díaz y otros.
-Que diferencia existe entre la guitarra del siglo XV y la guitarra de nuestros días?
-En el siglo XV la guitarra es
muy incipiente; sin embargo, ya le dedicaban obras importantes que vienen a
culminar con Gaspar Sanza y Roberto de Visse en el siglo XVII. La de nuestros
días ha tenido una superación, producto de la técnica que ha logrado mejor y
más bello sonido.
-Los árabes, aparentes inventores de la guitarra ¿tienen compositores o
ejecutantes tan importantes como occidente?
-Los árabes son muy importantes
en los orígenes de la guitarra, pero principalmente el laúd, el que asocian más
a ellos. No han tenido, conocidos, grandes compositores o ejecutantes de ese
instrumento. De todos manares, su música se desarrolla en cánones muy distintos
a los de la música occidental. No podríamos juzgar con la lente occidental la
obra de una cultura oriental.
-Que la faltaría al compositor para ser buen guitarrista y al guitarrista para ser buen compositor?
-Estudiar con seriedad y pasión
en los dos casos y, sobra todo, servir para eso.
¿Cómo considera usted al cuatro con respecto a la guitarra?
-El cuatro nuestro es una
guitarra primitiva, posiblemente el guitarrito que trajeron los españoles.
¿Cuántas atenciones y honores le ha hecho la ciudad a su hijo Antonio
Lauro?
-Mis amigos de Ciudad Bolívar y
todas las personas con las que he tenido contacto me han colmado de honores y
atenciones como es costumbre en los hijos de esta región.
¿Qué ha sentido las veces que la ciudad lo ha colmado de atenciones?
-Es muy difícil dar una idea en
pocas palabras de la satisfacción que me embarga y la emoción sincera que
siento. Solo hay que imaginarla.
Si el presidente de república le diera un día de gobierno ¿Qué haría a
favor de música?
Es muy difícil hacer en un día
lo que llevaría años, generaciones, para lograr una cultura que nos coloque
entre los países civilizados. Solo con un decreto que tuviese la propiedad de
ser irrevocable se podría establecer algunas bases que diera su fruto a largo
plazo. Por eso no me canso de pedir a las personas que tengan poder o
influencia, que no aplacen más la acción encaminada a conocer una verdadera
importancia a las ciencias y las Artes. El Partenón, el sentimiento de
Aristóteles, Descartes, Galileo, Mozart, Leonardo y otros, son los únicos que
han quedado y que juntos a sus nombres inmortalizaron a Atenas, Florencia,
teniendo ella una imagen más alta que muchas otras ciudades o estados que,
fueron más poderosas.
Hace falta extender mas el alcance del conocimiento y la información de nuestros valores culturales, creo que estamos cortos en lo que a eso se refiere.
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